Cuando el Espíritu Santo viva en tu corazón, no habrá nada que re robe la paz que Cristo te da.
Crisis, enfermedad, dificultades económicas y cualquier otra cosa que antes nos quitaba el sueño, ya no nos alteran. Porque sabemos que son pasajeros. Dios tiene el control y nos sacará victoriosos, aún en medio de la crisis general.