Comenzamos un año nuevo y al mirar para atrás vemos cuánto nos bendijo Dios. Cada día su mano nos guardó con amor. Es cierto que hubo problemas y atravesamos noches oscuras, pero nunca nos desamparó. Siempre nos dio la salida. Nos consoló, nos dio fuerzas y proveyó lo necesario.
Este año lo vamos a comenzar festejando. No porque por fin se fue el 2020, sino porque esperamos nuevas muestras de la bondad de Dios.
Para los que prefieren las alabanzas más tradicionales, les dejo esta otra 😉