Jesús dijo que es la luz del mundo, los que lo siguen no andan en oscuridad, sino que tendrán la luz de la vida (Juan 8:12). Él vino «Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz.» (Lucas 1:79).
Si no sabes por dónde ir, si la alegría ya no brilla en tu rostro, busca a Jesús. No le des la espalda.
