La estrategia del diablo para derrotarnos es desanimarnos y paralizarnos con engaños. Así dejamos de orar, de luchar espiritualmente y de trabajar.
¡No dejes que las mentiras de Satanás echen raíces en tu mente! Dios no te olvidó, no se esconde de vos, la solución viene en camino, tenés que esperar el tiempo oportuno
¡Dios es FIEL!