A veces nos molesta que nos corrijan cuando nos equivocamos. Pero deberíamos dar gracias porque nos ayudan a ver nuestros errores y ser mejores.
En las empresas le dan mucho valor al feedback o retroalimentación. O sea la información que les permite saber qué están haciendo bien y qué hacen mal. Por eso hacen encuestas a los clientes. Así pueden enfocarse en lo que da buen resultado y solucionar sus errores. Creo que deberíamos recibir la crítica como feedback. Puede ser que tengan razón y usemos esa información para corregir el rumbo. O puede ser que estén equivocados, entonces quizás estamos dando una mala imagen sin darnos cuenta. Y si critican por simple envidia, entonces alegrémonos porque quiere decir que tenemos algo que los demás desean (somos dignos de envidia, ja, ja).
En vez de sentir que nos humillan, pensemos que nos están alumbrando el camino para que nos demos cuenta por dónde ir. Y si vemos que otro se equivoca, recordemos que nosotros tampoco somos perfectos. Digámosle con humildad y amor cómo puede mejorar.