Es bello ver nacer una nueva vida en Cristo, como un amanecer dorado. Pero la vida del cristiano no se detiene ahí, sigue creciendo hasta que el día es perfecto y está lleno de la luz de Jesús.
Es bello ver nacer una nueva vida en Cristo, como un amanecer dorado. Pero la vida del cristiano no se detiene ahí, sigue creciendo hasta que el día es perfecto y está lleno de la luz de Jesús.