
Hay quienes no pueden descansar, porque las preocupaciones los desvelan o las pesadillas los torturan. Pero nosotros podemos
dejarle a Dios nuestras cargas y temores, y descansar tranquilos.
Hay quienes no pueden descansar, porque las preocupaciones los desvelan o las pesadillas los torturan. Pero nosotros podemos
dejarle a Dios nuestras cargas y temores, y descansar tranquilos.