Cuidemos nuestra casa espiritual

El rey Josías limpió la nación de la idolatría y la injusticia. Luego, se preocupó porque el Templo estaba descuidado. Así que envió a tres funcionarios importantes para que reparasen la casa de Dios.

Limpiar la casa no es suficiente, hay que reparar lo que está roto.

“A los dieciocho años de su reinado, después de haber limpiado la tierra y la casa, envió a Safán hijo de Azalía, a Maasías gobernador de la ciudad, y a Joa hijo de Joacaz, canciller, para que reparasen la casa de Jehová su Dios.” 2 Crónicas 34:8 

Si no la mantenemos termina destruida
Cuidemos nuestra casa espiritual