Dios nos plantó en buena tierra, nos proporcionó todos los cuidados necesarios y espera que crezcamos rectos. Si permanecemos en su voluntad, si vivimos con rectitud y justicia, tenemos su promesa de que permaneceremos en los territorios que el Señor nos entregó.
Sus promesas son firmes. No importa lo que ocurra alrededor, no interesa lo que planeen tus adversarios, ¡Dios cumplirá su palabra!
Crece recto ¡Crece recto! ¡Y llegarás más y más alto, bajo el amparo de Dios!