Lejos de Dios no hay bendición. El alma tiene sed porque su fuente de paz, su fuente de alegría, su fuente de amor no tiene agua. Pierde el rumbo porque las tormentas de la vida la empujan a la oscuridad donde no se ve la salida.
Lejos de Dios no hay bendición. El alma tiene sed porque su fuente de paz, su fuente de alegría, su fuente de amor no tiene agua. Pierde el rumbo porque las tormentas de la vida la empujan a la oscuridad donde no se ve la salida.