Solemos creer que si la mayoría piensa que algo es así debe ser cierto, si a todos les gusta algo debe ser bueno. Si usamos ese criterio vamos a pensar que lo que nos enseña el pastor está equivocado, que las enseñanzas de la Biblia están obsoletas. Nada más lejos de la verdad. Lo que pasa es que el camino al cielo es angosto, son pocos los que lo encuentran.
«Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.» (Lucas 13:23-25)