¿A quién llamas cuando las cosas se ponen feas? ¿Quién te escucha cuando te enojas o te deprimes? Espero que sus palabras sean realmente de ayuda y sus consejos te saquen adelante.
Lamentablemente, los amigos, aunque te aprecien, no siempre saben aconsejar bien. Hay «remedios» que terminan causando más problemas.
El consejo de Dios no alivia como un par de copas, pero va al fondo del asunto. Puede ser desafiante, pero al final evita mayores dolores, incluso enfermedades provocadas por el estrés y las conductas imprudentes.
Déjate aconsejar por el más sabio. Escucha al Eterno. Él te ama y quiere que te vaya bien.