Mensaje a la iglesia en Tiatira
(La clase 4 no fue grabada en video).
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Curso sobre Apocalipsis – Ministerio Fuego de Dios
Lectura
Introducción
Tiatira era una iglesia que tenía amor y lo demostraba con buenas obras, con servicio. También tenía fe y paciencia. Parecía perfecta. Pero tenía a una falsa profetisa. No hay que confundir la paciencia con la tolerancia. Jesús nos pide que tengamos paciencia con los recién convertidos, con los débiles en la fe, pero eso no significa tolerar que se enseñe falsa doctrina. No podemos permitir que se mezcle el evangelio con las ideologías de moda.
Contexto
La ciudad de Tiatira estaba ubicada en una ruta entre Pérgamo y Sardis. El tráfico constante convirtió a esta pequeña población en un centro comercial para la economía de la zona. Sus habitantes se hicieron ricos y, al igual que la gente de otras ciudades alrededor, construyeron templos a dioses paganos.
Tiatira se destacaba especialmente por los gremios comerciales que probablemente estaban mejor organizados allí que en cualquier otra ciudad antigua. El más poderoso era el gremio de los herreros de bronce. Quizás, por eso Jesús se le revela a esta iglesia como el que tiene pies semejantes al bronce bruñido. También era famoso el gremio de los tintoreros, sus telas de púrpura eran muy conocidas. Recordemos que Tiatira era la ciudad natal de Lidia, la vendedora de púrpura (Hechos 16:14). Cada gremio solía tener un dios protector, así que estaban muy relacionados con las religiones de la zona. Como celebraban fiestas paganas asociadas con prácticas inmorales, se oponían al cristianismo. Así que los cristianos tenían dificultades para trabajar.
El problema de Tiatira
El versículo 19 dice: “Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia”. Jesús tenía en cuenta todo lo bueno. Además, señala que estas buenas obras habían aumentado. Sin embargo, estas buenas obras no justificaban las otras cosas que Jesús tenía contra ellos y se lo deja claro. Como un buen amigo siempre nos dice lo bueno y lo malo, lo que nos gusta y lo que no queremos escuchar pero que es necesario oír.
Es bueno alimentar a los pobres, cuidar de los desamparados, desarrollar proyectos para atender a los drogadictos y a las madres solteras. Pero no debemos descuidar nuestra principal tarea, que es hacer discípulos (Mateo 28:19). En la época actual hay mucho énfasis en lo humanitario y poco interés en predicar la salvación y la santidad.
Cristo estaba en desacuerdo con que los miembros de esta congregación permitieran que una mujer llamada Jezabel (v. 20), que se hacía pasar por profetisa, enseñara que era aceptable cometer inmoralidad sexual y comer cosas sacrificadas a los ídolos. Comer carne de los sacrificios recién asada y tener relaciones sexuales con prostitutas del templo era una costumbre que venía practicándose durante siglos. Además, era una forma de estar de acuerdo con la sociedad. Si hacían lo mismo que los demás no tendrían problemas con los gremios. Eso era bueno, ¿no? Jesús les dejó claro que no era aceptable. Jezabel y los que la seguían caerían en cama, tendrían gran tribulación y serían heridos de muerte, porque no quisieron arrepentirse.
¿Quién era Jezabel?
Lo más probable es que Jezabel no fuera el nombre real de la falsa profetisa, sino un símbolo.
Hubo una reina llamada así en Israel. Era hija del rey de Sidón. Su familia adoraba a los dioses de Baal y Asera. Jezabel se casó con Acab, rey de Israel. Ese tipo de matrimonio con paganos estaba prohibido, pero eso no le importó a Acab, quien prefería una alianza política más que obedecer a Dios. Jezabel sirvió como portadora de esta religión perversa, que practicaba el sacrificio humano y la prostitución idolátrica. Fue una reina terrible, que mató a los profetas de Jehová y a muchos inocentes. (1 Reyes 16:29-33; 18:4; 21:1-26).
Conclusión
Una lección importante de este mensaje a Tiatira es que cuando se permiten dentro de la Iglesia falsas enseñanzas, las consecuencias son desastrosas. Cuando el diablo actúa desde afuera, con burlas, persecuciones, etc. es menos peligroso que cuando trabaja desde adentro. Los maestros falsos y profetas mentirosos causan muchísimo daño. Enseñan a desobedecer a Dios y lo justifican con doctrinas que tienen la apariencia de revelaciones espirituales.
Actividades
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