Él vio mi condición, no era nadie
Me hizo uno de su pueblo
Real sacerdocio escogido por él
Él es mi padre, y yo su hijo
Admirable consejero
Príncipe de paz
Es aquel que se hizo carne
Lleno de gracia y de verdad
La deidad se encarnó
Tomó forma de un hombre
Por amor, por amor
Caminó en humildad
Y en obediencia sufrió
Por amor, por amor
¡Solo Jesús merece la gloria! Su amor es admirable, su decisión de hacernos parte de su familia es admirable, la obra que está haciendo en nosotros para convertirnos en la joya preciosa que tiene en mente ¡es realmente admirable!