No busques ver las armas, las herramientas: No las necesitará en este caso
Dios promete librar a su pueblo. En ese momento era Judá. Las tribus del norte no habían querido oír al Señor y ya estaban perdidas. Hoy, va a salvar a los que perseveran, a los que siguen en Su Camino, a pesar de las dificultades.
A veces, Dios usa a sus siervos. Otras veces mueve la voluntad de reyes y gobernadores. Pero el Todopoderoso no necesita ayuda de nadie. Él mismo vendrá con sus huestes de ángeles y nos salvará. No porque lo merezcamos. No porque nos pasemos orando y ayunando. Por misericordia. Porque nos ama. Porque no soporta vernos llorar, ante el dolor que nos causa el enemigo.
Anímate, da gracias a tu Padre porque no te ha olvidado ¡Una vez más hará temblar los cielos y la tierra! Las circunstancias darán un vuelco. El panorama cambiará para los hijos e hijas del Rey de Reyes ¡Gloria al que vive y reina!