Aunque el panorama se vea tormentoso, no tengas miedo. Cuando Dios te da un mandato, te respalda con su misma presencia.
Por eso no dejes que el temor te paralice, avanza conforme al mandamiento que recibiste y el Señor se encargará del resto.
Aunque el panorama se vea tormentoso, no tengas miedo. Cuando Dios te da un mandato, te respalda con su misma presencia.
Por eso no dejes que el temor te paralice, avanza conforme al mandamiento que recibiste y el Señor se encargará del resto.