Hay gente, que cuando abre la boca, pincha con sus palabras. Dicen que quieren descubrir la verdad, o aclarar las cosas. Se dejan usar por Satanás, a veces sin darse cuenta del mal que hacen.
Provocan para que seamos indiscretos, que contemos lo que otro nos dijo en confianza. Buscan que perdamos la paz, que nos enojemos para poder manipularnos. Dicen una mentira para sacar una verdad… No actúan como Jesús nos enseñó: mansos y humildes, pacificadores, hablando solo lo que edifica.
Si te dejaste llevar por ese camino, aún puedes volver. Pídele a Dios que te ayude a hacer su voluntad, que puedas seguir siempre el ejemplo de Jesús. Que tus palabras lleven esperanza, gozo, crecimiento espiritual. Que tu vida dé gloria a Dios.