Dios está atento a todo lo que nos pasa. Como un padre cuida a su hijo, así nos protege y nos aleja del peligro. Pero no quiere que acudamos a él como quien va al médico: solamente cuando lo necesitamos. Él quiere ser familia, quiere ser tu mejor amigo, quiere ser la persona más importante en tu vida.
Si estás en problemas o si la situación a tu alrededor se pone fea, no dudes que él está al tanto. No va a dejarte solo. Aunque es posible que deje que Satanás te sacuda un poco, para que reacciones, para que aprendas por dónde caminar o en quién confiar. Pero si al ver una circunstancia difícil, en vez de tratar de remarla tú solo, buscas a Dios, vas a ver la diferencia. Derrama delante de él tu corazón. Cuéntale tus dudas, tus miedos, tus planes. Háblale que él escucha ¡y responde!.
Ayron Day – A tus pies