¡Cuántas cosas que Dios hace pasamos por alto!
Mientras tenemos salud y comida, ni siquiera se nos ocurre que son bendiciones de Dios. Nunca pensamos en los ángeles que él manda para guardarnos. Solo cuando la naturaleza no funciona como esperamos, nos acordamos del Creador que la controla. Y así podríamos seguir… Por eso hoy paremos, dejemos de hacer lo que estábamos haciendo y meditemos en todas sus maravillas. Luego démosle grscias y alabanzas por tanto favor inmerecido.