No me deseches

Somos muy amados para Dios. Por eso él no nos vende como a un auto viejo cuando damos problemas o ya no tenemos la fuerza de la juventud. Al contrario, nos cuida y nos ayuda para continuar en la carrera.

Dios no nos vende si damos problemas o estamos viejos, como a un auto usado.

“No me deseches en el tiempo de la vejez; Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.” Salmos 71:9