La palabra quebrantado quiere decir roto o dolorido. Viene de quebrantar que entre otras cosas significa: romper, separar con violencia, machacar, disminuir las fuerzas, fatigar.
A nadie le gusta ser quebrantado. Pero como el huevo se rompe para que salga el polluelo, a veces necesitamos romper nuestra forma de vivir, nuestras creencias, e incluso ciertas relaciones tóxicas para dar a luz una nueva vida.
Y aunque duela, Dios ayuda a rompernos. Quiebra nuestro orgullo, hace pedazos aquello que nos daba falsa confianza. Entonces vemos las cosas distinto, recibimos la bendición de Dios y podernos decir que valió la pena.
Nacer de nuevo. De eso se trata.