A veces, Dios nos lleva a situaciones que se ven demasiado difíciles para nosotros. Quizás te parezca que no estás capacitado para la tarea que tienes por delante. Tal vez pienses que esa promesa del Señor es para otro. Pero tu Padre Celestial te conoce bien. Aunque ahora no puedas con esa responsabilidad, pronto lo conseguirás, porque Dios es el que te sostiene y te ayuda. Él te lleva de la mano derecha, te guía, te enseña y te presta sus fuerzas.
¡No temas! El Dios que nunca miente te promete su ayuda. No hay desafío demasiado difícil cuando haces equipo con el Todopoderoso.